El abanico, además de convertirse en un elemento indispensable en la indumentaria de una época pasada, llegó a ser el instrumento de comunicación ideal en un momento en el que la libertad de expresión de las mujeres estaba totalmente restringida.
En los bailes o celebraciones, las damas, del siglo XIX y principios del XX, asistían acompañadas por su madre o por una doncella, con el fin de que éstas velasen por su comportamiento intachable y ejemplar. Las doncellas eran muy celosas en el desempeño de la labor que se les encomendaba por lo que las jóvenes damas tuvieron que inventarse un medio para poder comunicarse con sus pretendientes y pasar desapercibidas.
Este complemento se convirtió en un gran medio de comunicación acompañado por todo un ramillete de sonrisas ingenuas o auténticas declaraciones de enamorados.
Existían diferentes lenguajes teniendo el abanico como protagonista, pero todos ellos utilizaban como regla común la colocación del complemento en cuatro direcciones, con cinco posiciones distintas en cada una de las cuatro. De esta manera se representaban las letras del alfabeto.
Además de una serie de reglas generales, había ciertos gestos con significado, y conocido por todo el mundo, como puede ser:
1) Apoyar los labios en el extremo del abanico cerrado: NO ME FÍO
2) Apoyarlo sobre el corazón: TE AMO Y SUFRO
3) Asomarse al balcón abanicándose: SALDRÉ LUEGO
4) Apoyar el abanico sobre la mejilla derecha: SÍ
5) Apoyar el abanico sobre la mejilla izquierda: NO
6) Cerrar el abanico0 cuando se encuentra en una habitación: HOY NO SALGO
7) Colgar el abanico de la mano derecha: DESEO NOVIO
8) Colgar el abanico de la mano izquierda: TENGO NOVIO
9) Pasar lentamente el dedo por las varillas del abanico: TENEMOS QUE HABLAR
10) Apoyar el abanico en los labios: BÉSAME
11) Apoyar el abanico en la oreja izquierda: DÉJAME EN PAZ
12) Quitar lentamente el cabello de la frente con el abanico cerrado: NO ME OLVIDES
13) Taparse la boca con el abanico abierto: ESTOY SOLA
14) Abanicarse lentamente: NO HAY NADA QUE HACER
15) Abanicarse rápidamente: TE QUIERO MUCHO
16) Si el abanico se entreabre cubriendo el rostro: NOS VIGILAN
17) Taparse el sol con el abanico: NO ME GUSTAS, ERES FEO
18) Golpearse la palma de la mano con él: QUIÉREME
19) Cerrar el abanico bruscamente: ESTOY CELOSA
20) Dejar caer el abanico: TE PERTENEZCO
21) Coger el abanico con el dedo meñique: ADIÓS
Este lenguaje ha perdurado en el tiempo hasta la actualidad. Por causa de su escaso uso a partir de la segunda mitad del siglo XX, su conocimiento y aplicación decreció de igual modo.
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